La transformación acelerada del mercado laboral está obligando a las universidades a revisar el valor real que sus títulos ofrecen a los estudiantes.

Así lo confirma el estudio 5 Ways Higher Education Is Changing in 2025–26, elaborado por Hanover Research, que identifica cinco ejes de cambio profundo en las instituciones de educación superior en Estados Unidos.

Aunque el informe se centra en ese país, las tendencias que describe se alinean con desafíos que también enfrentan las universidades en Latinoamérica: empleabilidad, expectativas cambiantes de los estudiantes y sostenibilidad institucional.

Uno de los datos más contundentes indica que en 2025, solo 1 de cada 4 empresas en Estados Unidos exige título universitario como requisito de contratación. Esta señal está llevando a las universidades a rediseñar sus programas académicos, apostando por trayectorias más flexibles, orientadas a competencias concretas y con un enfoque claro en la inserción laboral.

“Las instituciones están ajustando sus modelos para enfocarse en resultados profesionales más tangibles, como el desarrollo de habilidades específicas y la conexión con el mercado”, señala el reporte.

El informe también muestra que la propuesta de valor de las universidades ya no puede centrarse únicamente en la reputación o los rankings.

Según los datos relevados:

  • El 40% de los estudiantes admitidos declinaron su ingreso o lo postergaron por preocupaciones vinculadas a la ayuda financiera y el pago de préstamos estudiantiles.
  • El 63% manifestó incertidumbre sobre el futuro de la educación superior como uno de los principales factores en su decisión.
  • Solo el 15% priorizó la reputación institucional como principal motivo para aplicar, mientras que el 37% lo hizo por la calidad académica.

En este contexto, las instituciones están virando hacia estrategias que fortalezcan su relevancia frente a sus comunidades y respondan a la demanda de habilidades específicas.

El estudio identifica un incremento en el diseño de itinerarios cortos, microcredenciales y certificaciones en habilidades como inteligencia artificial, pensamiento crítico, Excel y SQL, entre otras.

Además de la reformulación académica, el estudio señala otros frentes de transformación: la salud mental y el sentido de pertenencia de los estudiantes se han convertido en prioridades institucionales, y muchas universidades están invirtiendo en nuevas formas de acompañamiento, servicios estudiantiles y cultura organizacional.

En paralelo, se están desarrollando nuevas estrategias de planificación financiera y generación de ingresos ante un contexto más competitivo y menos predecible.

Podría interesarte:

La percepción sobre la universidad en EE.UU. cae a su nivel más bajo en 15 años