Sólo el 43% de los estudiantes que ingresan a programas de licenciatura en los países de la OCDE logra graduarse dentro del tiempo previsto. El dato surge del informe Education at a Glance 2025, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que analiza en profundidad el estado de la educación terciaria en más de 30 países.
La cifra mejora si se extiende el plazo de graduación: un 59% finaliza con un año adicional y un 70% lo hace tres años después del tiempo teórico. Aun así, las demoras y los abandonos representan un desafío persistente para los sistemas universitarios.
Las diferencias entre varones y mujeres también son significativas. Según el informe, el 75% de las mujeres termina sus estudios dentro de los tres años posteriores al plazo previsto, frente al 63% de los hombres.
Desigualdad de origen
Además de la brecha de género, el informe pone de relieve las desigualdades de origen socioeconómico. En promedio, sólo el 26% de los jóvenes cuyos padres no completaron la secundaria superior acceden a un título universitario, mientras que la cifra asciende al 70% entre quienes tienen al menos un progenitor con educación terciaria.
Para la OCDE, esta disparidad refleja una falta de equidad que limita la movilidad social.
¿Más títulos, más habilidades?
La expansión del acceso a la educación superior no ha estado necesariamente acompañada por una mejora en las competencias de los egresados. Según el informe, entre 2012 y 2023 las habilidades de alfabetización y numeración de los adultos en los países de la OCDE se estancaron o incluso disminuyeron, a pesar del aumento sostenido en los niveles de titulación.
Esto sugiere que no basta con ampliar el acceso o mejorar las tasas de graduación: también es necesario garantizar que los sistemas educativos estén formando a los estudiantes con las habilidades que realmente necesitan.
Recomendaciones de política
Entre las recomendaciones del informe, la OCDE destaca la importancia de fortalecer la preparación académica en la secundaria y ofrecer orientación vocacional temprana. También propone rediseñar los programas universitarios para que tengan trayectorias más claras y sistemas de apoyo integrados.
Una de las ideas más innovadoras es la de reconocer formalmente las habilidades adquiridas por estudiantes que no completan su carrera.
Según la OCDE, acreditar competencias específicas permitiría mejorar la empleabilidad de quienes no llegan a titularse, pero sí desarrollan capacidades relevantes.
El informe completo está disponible en el sitio web de la OCDE y forma parte de la serie anual Education at a Glance, considerada una de las fuentes más autorizadas de datos comparativos sobre educación a nivel mundial.