Cuando hablamos de participación estudiantil, solemos pensar en lo que sucede dentro del aula: discusiones activas, entregas a tiempo, colaboración en proyectos. Pero, ¿qué pasa con todo lo que ocurre más allá de ese espacio?

En un artículo publicado en Harvard Business Publishing, el académico Martyn Bradley propone cuatro iniciativas para fomentar una participación más holística desde el nivel del programa académico, es decir, no limitada a una materia o clase sino al recorrido universitario completo.

Bradley, profesor en la Universidad de Liverpool y subdirector del programa de Business Management, ha gestionado estas acciones con casi 1.000 estudiantes. Su experiencia demuestra que es posible aumentar el compromiso, sin importar el tamaño del programa. Estas son las iniciativas:

1. Charlas de bienvenida al regreso (no solo al inicio del año)

Las “welcome-back talks” no se limitan al primer día de clases. En la Universidad de Liverpool, se organizan cinco al año, justo después de los recesos de invierno o verano. En ellas se comunican novedades del programa, fechas importantes y oportunidades como intercambios o prácticas.

Además, estas charlas son interactivas: se utiliza Poll Everywhere para saber cómo se sienten los estudiantes y qué expectativas tienen. Según Bradley, estas sesiones permiten establecer un vínculo informal con el estudiantado y son clave para difundir eventos y actividades antes de que las exigencias académicas ocupen todo el tiempo.

2. Sociedades estudiantiles ligadas al programa

Cada carrera cuenta con una sociedad estudiantil propia, gestionada íntegramente por los estudiantes. Estos clubes organizan eventos como bailes, charlas o semanas de concientización sobre temas como el estrés o la inclusión.

“Ser parte de la sociedad me permitió conectarme mucho más con mi carrera y ganar habilidades para el mundo laboral”, afirma una estudiante de último año citada en el artículo.

3. Comités de vinculación entre estudiantes y staff

Más allá de encuestas o formularios, Bradley promueve los Student-Staff Liaison Committees, donde representantes estudiantiles presentan inquietudes directamente a autoridades académicas.

Estos espacios permiten detectar problemáticas no siempre visibles para el cuerpo docente, como temas de bienestar, o proponer mejoras, como la creación de redes de mentoría entre estudiantes y egresados.

4. Eventos sociales para fomentar pertenencia

Las actividades sociales ayudan a romper el aislamiento entre estudiantes y mejoran el trabajo en equipo. Desde trivias hasta proyecciones de películas, estas iniciativas aumentan la participación en clase, mejoran el clima grupal y fortalecen el sentido de comunidad.

Bradley concluye que limitar la participación al entorno académico crea experiencias fragmentadas. En cambio, involucrar a los estudiantes en espacios que les permiten influir, crear comunidad y conectarse entre sí da lugar a un recorrido universitario más significativo, y una transición más sólida hacia el mundo laboral.

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Fuente: Martyn Bradley, “Student Engagement Starts Outside the Classroom”, Harvard Business Publishing, 2025.

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