La Fundación CYD presentó recientemente el informe Uso y percepción de la IA en el entorno universitario, un análisis que revela cómo la IA generativa ha ingresado en la vida académica de universidades y estudiantes de España.
El estudio, publicado en mayo de 2025, recoge los resultados de dos encuestas: una dirigida a 20 universidades (12 públicas y 8 privadas), y otra a 800 estudiantes de grado.
Los estudiantes, a la vanguardia del uso de IA
Según el reporte, el 89% de los estudiantes utiliza herramientas de inteligencia artificial generativa, con una frecuencia sorprendente: el 35% la emplea a diario.
Las aplicaciones más comunes incluyen la resolución de dudas específicas (66%), la búsqueda de información (48%) y la redacción de trabajos (45%). La mayoría de las universidades encuestadas ha detectado incluso respuestas generadas por IA en los exámenes, un fenómeno que plantea interrogantes éticos y metodológicos.

Docencia e IA: un uso más limitado
Aunque prácticamente todas las universidades consultadas emplean la IA en alguna medida para generar contenido o apoyar la investigación, su uso en tutorías personalizadas o evaluación sigue siendo marginal.
“La IA generativa está mucho más extendida entre los estudiantes que entre las propias universidades”, señala en el informe Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD, quien advierte sobre el amplio margen que existe para su integración institucional.
Formación dispar: docentes primero, estudiantes después
Mientras que la mayoría de las universidades ha invertido en la formación de su profesorado sobre uso, impacto ético y aplicación de la IA en educación, solo el 34% de los estudiantes ha recibido formación específica por parte de su institución.
Aún más llamativo: un 49% asegura que le gustaría recibirla, pero no ha tenido oportunidad. Casi la mitad de los estudiantes (40%) cree que su universidad no promueve activamente el uso de IA, y un 12% directamente percibe que se restringe.

Percepciones e inquietudes
El 63% de los estudiantes encuestados cree que la IA puede mejorar su rendimiento académico. Las universidades, por su parte, la valoran como una herramienta útil para personalizar la enseñanza.
Pero las preocupaciones también están presentes: al 74% de los alumnos les inquietan las implicancias éticas y al 79% los riesgos vinculados a la privacidad y seguridad. Entre las instituciones, las alertas se centran en el plagio, el aprendizaje sesgado y la reducción del esfuerzo estudiantil.

Una deuda pendiente: la colaboración con empresas tecnológicas
A pesar del potencial transformador de estas herramientas, solo la mitad de las universidades consultadas ha establecido alianzas con empresas tecnológicas. La Fundación CYD subraya la necesidad urgente de promover colaboraciones más estrechas que permitan a las instituciones aprovechar al máximo las capacidades de la IA.
Puedes leer el reporte aquí.