En contraste con las restricciones que aún dominan el escenario universitario occidental, las universidades chinas están promoviendo activamente el uso cotidiano de herramientas de inteligencia artificial (IA) en la formación académica, según un reporte reciente de Forbes.

Este cambio de paradigma, impulsado tanto por políticas estatales como por presiones del mercado laboral, ha comenzado a transformar silenciosamente el ecosistema educativo de China.

Desde Pekín hasta Shanghái, los campus incorporan modelos de IA desarrollados localmente, cursos obligatorios en habilidades digitales y colaboraciones estratégicas con gigantes tecnológicos como Baidu, Huawei y Amazon.

Una estrategia de Estado

La diferencia de enfoque no se limita al ámbito universitario. En abril de 2025, el Ministerio de Educación de China lanzó el programa “IA+ Educación”, que exige la incorporación de pensamiento crítico y competencias digitales desde la primaria hasta el posgrado. En Pekín, por ejemplo, el aprendizaje de IA ya es obligatorio en todos los niveles escolares.

Este impulso tiene antecedentes. Como explicó el profesor Fang Kecheng, de la Universidad China de Hong Kong, existe una tradición desde los años 80 de concebir a la ciencia y la tecnología como “fuerzas productivas primarias” del país. Un reciente informe de la Universidad de Stanford lo refleja: el 80% de los ciudadanos chinos se declara entusiasmado con los avances en IA, frente al 35% en Estados Unidos.

IA en el aula, de herramienta marginal a componente curricular

En universidades como Tsinghua, Wuhan o Jiao Tong de Shanghái, la IA ya no es un complemento opcional. Instituciones de todo el país han incorporado cursos básicos de IA como requisito transversal, independientemente de la disciplina.

En medicina, por ejemplo, la Universidad de Fudan ofrece más de 20 cursos específicos, como “Aprendizaje profundo en imágenes médicas”, diseñado por docentes con formación en ingeniería biomédica.

Según Song Zhijian, director del curso, “la IA es un campo altamente especializado. Sin un aprendizaje sistemático, sería extremadamente difícil para los estudiantes de medicina estudiarla por su cuenta”.

Infraestructura propia y acceso gratuito

A diferencia de los campus occidentales, donde la dependencia de servicios externos como ChatGPT es habitual, las universidades chinas operan con servidores propios y modelos locales como DeepSeek. Estas plataformas están optimizadas para el idioma, cultura y legislación local, y se ofrecen de forma gratuita a través de credenciales universitarias. Esto elimina barreras económicas, legales y de privacidad.

Un modelo que interpela a Occidente

China apuesta por una estrategia nacional, coordinada y pragmática: integración curricular, desarrollo de talento, colaboración con empresas y autonomía tecnológica. Este modelo le permite avanzar hacia una formación alineada con el mundo laboral y con las necesidades futuras.

Frente a esto, la educación superior occidental avanza en implementaciones, aunque aún en plena resolución ética sobre cómo incorporarla en las universidades.

"El objetivo no debería ser evitar el uso de IA, sino orientar para que sirva al aprendizaje efectivo y al pensamiento superior", señaló Meifang Zhuo, investigadora de la Universidad de Warwick.

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