Un artículo reciente publicado en Forbes por Bryan Penprase analiza cómo el modelo de IA DeepSeek ha sacudido el panorama global, no solo por su desempeño tecnológico sino por lo que revela sobre la estrategia educativa detrás de su desarrollo.

Según el autor, DeepSeek, fundado por Liang Wenfeng, logró desarrollar un modelo de inteligencia artificial que compite con ChatGPT a una fracción del costo, gracias a técnicas más eficientes y hardware menos complejo. Detrás de este avance, hay un factor clave: la inversión sostenida en STEM y en la expansión de universidades especializadas en tecnología e innovación.

El papel de la educación superior en la competencia global


En las últimas décadas, la cantidad de universidades en el país de origen de DeepSeek pasó de 1.020 en 1997 a más de 2.800 en 2023, y el número de graduados en ciencia y tecnología duplica al de EE.UU. Además, Shenzhen, Pekín y Shanghái se han convertido en hubs de innovación, respaldados por una política gubernamental que impulsa la IA como prioridad estratégica.

El crecimiento del ecosistema tecnológico no es casualidad, sino el resultado de una visión a largo plazo que combina educación, inversión y desarrollo de talento.

El gobierno local no solo ha financiado nuevas universidades y centros de investigación, sino que también ha fomentado una cultura de innovación en empresas emergentes. DeepSeek es un claro ejemplo de este modelo: su equipo está compuesto por jóvenes graduados de las mejores universidades, muchos de ellos con premios en matemáticas y ciencia, y su éxito demuestra que están marcando su propio camino.

Mientras tanto, en EE.UU., la financiación para la educación superior y la investigación enfrenta desafíos, lo que podría comprometer su competitividad en sectores clave como la IA. Para mantenerse a la vanguardia, será necesario reforzar la inversión en talento, universidades y desarrollo tecnológico, advierte el autor.